El verano va llegando a su recta final, pero aún hay muchas jornadas de sol y playa. Sois muchas las embarazadas las que nos preguntáis en la consulta acerca de si debéis tomar el sol durante el embarazo. La respuesta es clara: Si, pero con precaución.
Cuando llega esta época sufrimos un bombardeo de información sobre la importancia de protegernos frente al sol para evitar problemas en la piel, desde las quemaduras hasta el temido melanoma. Pero poco se nos habla de que ocurre si no tomamos el sol lo suficiente, y es que saliendo de un confinamiento en el cual muchas hemos estado la mayor parte del tiempo bajo techo, el sol nos parece ahora un gran privilegio del que queremos disfrutar.
¿Qué ocurre si no tomamos el sol?
Realmente pensamos que el sol esta ahí y que disfrutamos de el a diario, de hecho nuestros antepasados así lo hacían. Pero si nos paramos a pensar un poco en nuestra rutina diaria actual, pasamos gran parte del tiempo bajo techo, en el trabajo, en el gimnasio, en casa… etc. Incluso cuando caminamos por la calle evitamos el sol, y más en días como hoy dónde alcanzamos altas temperaturas. Pero esos rayos de sol que esquivamos intervienen en la formación de la vitamina D, y para que tengamos unos niveles adecuados debemos exponer nuestra piel al sol al menos durante 5-10 minutos todos los días. Se sabe que el uso de protectores solares desde el inicio de la exposición solar, dificultan la síntesis de vitamina D. Si unimos esto al bajo consumo de alimentos ricos en esta vitamina como son el pescado azul (algunos contraindicados en la gestación por su alto contenido en mercurio), lácteos enteros o los huevos, gran parte de las embarazadas, tienen déficit de vitamina D.
¿Cómo sé si tengo déficit de vitamina D?
Actualmente no se recomienda determinar los niveles en sangre de vitamina D de forma rutinaria, aunque esta sería la forma más fiable de detectar un déficit. Sólo en algunos casos concretos como mujeres de piel oscura, dieta vegana, antecedentes de bebé con raquitismo, poca exposición solar… etc nuestro ginecólogo puede decidir incluirla en nuestro análisis de sangre. Pero si bien es cierto que en estos casos la insuficiencia puede ser más acusada, ya podemos encontrar un déficit en la población general por hábitos inadecuados de alimentación y baja exposición solar anteriormente comentados.
Según una revisión publicada recientemente tener niveles adecuados de vitamina D reduce el riesgo de preeclamsia, diabetes gestacional y recién nacidos de bajo peso*. Es por eso que la guía NICE sobre atención al embarazo del 2017 ya recomendaba el uso de suplementos de vitamina D en todas las embarazadas de forma rutinaria (10µg/dia; 400UI) durante toda la gestación y la lactancia. Realmente se debería cuantificar el déficit de vitamina D en la población general, para hacer una suplementación personalizada, actualmente se sigue investigando que efectos tiene estos bajos niveles en la salud de las personas.
Entonces, debo tomar el sol pero… ¿Puede ser peligroso?
Está demostrado que una exposición prolongada y no controlada a los rayos del sol aumenta el riesgo de melanoma (cáncer de piel). Es por eso que el protector solar no debe faltar y más aún durante el embarazo, os recomendamos que si vas a tomar el sol lo hagas unos minutos sin protección solar (para ayudar a la síntesis de vitamina D) y posteriormente apliquéis un protector solar con filtros adecuados (SPF50, alta protección UVB/UVA). Hay que añadir que debemos evitar las horas centrales del día y permanecer el máximo tiempo posible a la sombra, hidratándonos bebiendo agua con frecuencia.
También por el cambio hormonal que se produce en esta etapa pueden aparecer manchas en la piel, este aumento de pigmentación suele concentrarse en la cara y en la línea alba (línea del ombligo al pubis). Por este motivo recomendamos desde el inicio del embarazo, independientemente de la época del año, el uso de una crema de protección solar facial mínimo SPF 30 todos los días. En cuanto a la línea alba recomendamos no exponer nuestra barriga al sol si no queremos que se marque demasiado.
En definitiva, es importante tomar el sol siguiendo las precauciones que os hemos comentado.