A menudo nos pregunta en la consulta si el tabaco afecta al embarazo y, por ende, al bebé. A esta cuestión respondemos que, obviamente, fumar durante el embarazo está totalmente desaconsejado debido a los efectos de la nicotina sobre el feto.
Los bebés de madres fumadoras tienen un mayor riesgo de presentar signos del síndrome de abstinencia al nacer, como irritabilidad, temblores y alteraciones del sueño. A largo plazo, el tabaquismo en el embarazo puede ocasionar deficiencias conductuales en los niños, un menor coeficiente de inteligencia, falta de atención e hiperactividad.
¿Cuáles son los riesgos en el recién nacido?
Riesgos en el recién nacido
Después del nacimiento, los bebés de madres fumadoras pueden presentar diversas complicaciones por haber estado expuestos a las sustancias tóxicas del tabaco durante toda la gestación. Las comentamos a continuación:
- – Malformaciones congénitas: Labio leporino, paladar hendido, malformaciones cardiacas, etc.
- – Síndrome de abstinencia en el recién nacido: Los bebés pueden presentar los mismos síntomas de abstinencia que los adultos, los cuales se manifiestan en estrés, ansiedad e irritabilidad.
- – Problemas respiratorios: Infecciones que acaban en otitis, bronquitis o neumonías. También hay un mayor riesgo de sufrir asma y alergias. En ocasiones, es necesario disponer de respiradores para ayudarles cuando tienen una crisis.
- – Síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL): Consiste en la muerte repentina de un bebé aparentemente sano y menor de un año, sin poder esclarecer la causa exacta de su fallecimiento.